Obstrucción urinaria en mascotas
La mayoría de las veces no nos damos cuenta de que nuestra mascota no puede hacer pipí hasta que no aparecen otros síntomas asociados como puede ser un cambio en su comportamiento o actitud. Cuando llega ese momento el problema puede ser grave por la afectación de la filtración renal. Por ello es muy importante que observemos a nuestras mascotas en su día a día, ya que ellas no nos pueden decir que están enferma.
Si quieres saber más sobre este problema no te pierdas este post.
¿Qué es una obstrucción urinaria?
Generalmente se considera obstrucción urinaria cuando la mascota se esfuerza repetidamente por orinar sin conseguirlo. El bloqueo de la uretra (conducto que va desde la vejiga al exterior para expulsar fuera del cuerpo la orina) es la causa más común.
(En nuestro post anterior https://animalfisio.es/10-actitudes-o-comportamientos-que-me-dicen-que-mi-perro-tiene-un-problema/ te contamos qué debes observar para tener claro que le pasa algo).
La uretra se puede bloquear por urolitiasis (formación de cristales y piedras minerales en orina), por inflamación y tapones mucosos y por cáncer de la mucosa de la uretra. También podemos tener obstrucción uretral por presión de la próstata sobre la uretra por hiperplasia, inflamación o cáncer de próstata. Y tumores en el cuello de la vejiga pueden provocar que haya una dificultad a la hora de la micción.
En los gatos la causa más común son los tapones mucosos, cristales y deshechos de la vejiga generalmente por la alimentación y por situaciones de estrés. En perros la causa más frecuente es la formación de piedras en la vejiga que pasan a la uretra.
Los síntomas suelen ser agacharse para hacer pipí sin conseguirlo, orinar en sitios inusuales, orina con sangre, en el caso de los gatos ir constantemente al arenero sin conseguir evacuar, agitación y vocalización, perdida de apetito, vómitos, letargo, debilidad, colapso, y todo ello puede llevar a la muerte por afectación de la filtración renal.
Una alimentación no adecuada, la especie, la genética, entre otras pueden ser la causa de esta patología, así como el estrés. En el caso de los gatos, la alimentación es muy importante y suele ser el factor clave en su tratamiento, así como el estrés y evitar situaciones que lo desencadenen. Todo ello forma un complejo sintomatológico que se denomina Cistitis Idiopática Felina, donde el manejo del estrés y el cambio de alimentación son la solución.
Si en algún momento nos damos cuenta de que nuestra mascota no hace pipi o vemos alguno de los síntomas antes descritos, debemos ir rápidamente al veterinario, ya que una obstrucción de ese tipo puede llevar a la mascota al colapso y la muerte.
No se debe esperar a ver cómo evoluciona la mascota. Es una situación de URGENCIA y, por supuesto, no aplicar presión sobre el abdomen para intentar vaciar la vejiga. Habrá que sondar a la mascota, eliminar la obstrucción, valorar daños renales sobre todo y cambiar la alimentación y las condiciones posibles de estrés.
Las potenciales complicaciones son: el fallo renal, la arritmia cardiaca y, finalmente, la muerte.
La prevención dependerá de la causa de la obstrucción.
En el caso de los perros con piedras la dieta veterinaria específica para el tipo de piedra podrá evitar que se repita el proceso. Y en ciertos casos se necesitará cirugía para extraer la piedra o urolito.
En los gatos la dieta específica veterinaria, la reducción del estrés y la medicación conductual ayudarán a que estos problemas se reduzcan e incluso puedan desaparecer.
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